domingo, 18 de noviembre de 2007

Nostalgia de Adoquines

Que bueno es volver al barrio
y notar que poco ha cambiado.

Marito sigue, junto a su madre,
en la única casa de alto
que había, hace tiempo,
en mi cuadra.

El Pablo, en el pasillo de en frente,
vive con su compañero de siempre,
su papá, y aun caminan juntos
cuando el sol y el calor amainan.

Y mi vieja, como el patio,
como el jazmín moribundo,
como la llamada que no hago,
me espera cada verano.

Mi barrio y mi calle, como yo,
tienen nostalgia de adoquines bajo el asfalto.

No hay comentarios: