domingo, 18 de noviembre de 2007
CERO SIETE CERO CINCO
Dormía de mañana soñando con resuellos de tres lejanos en la estación Mapocho. Sentado, recta la espalda, con las piernas cruzadas, dormía y soñaba. En el piso, la cabeza baja y sus manos apretadas al vaso de monedas en silencio. En la boca del metro su sueño mendigaba otro sueño tras la mañana. Quizás lo alcanzó, nunca más lo han vuelto a ver entre el montón de gente apurada que sube y que baja.
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